Al comprar un camión, es necesario conocer el tipo de clasificación al que pertenece. Para una persona sin experiencia, es posible que este concepto no sea tan importante. No obstante, para alguien que planea contar con una flota de camiones, es conductor o tiene conocimientos mayores, este factor es indispensable.
En términos específicos, la clasificación de camiones se centra específicamente en el peso del vehículo. En base a esto se podrá señalar si el camión necesita licencias especiales de conducción o no. Sigue leyendo el siguiente artículo para conocer más del tema.
En pocas palabras, la clasificación de camiones analiza el peso bruto del vehículo, el cual indica la cantidad máxima del camión, así como la capacidad de carga. En ocasiones, también incluye el peso neto de los pasajeros y las características externas del camión, como la lengüeta del remolque.
El uso de este sistema de medición regula la seguridad al momento de conducir el camión. No obstante, también es útil para la designación comercial y el registro de los vehículos.
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En resumen, el peso bruto de un camión se usa para determinar el tiempo de vida del vehículo. Esto te permite saber hasta qué momento puede llegar a operar sin problemas, así como qué tipo de permisos necesitas obtener para conducirlo. Estos son algunos de los elementos relacionados con este factor:
Dependiendo del peso del vehículo y de la carga que transporta, es posible que necesites ciertos procesos, trámites y requisitos para poder conducirlo adecuadamente.
Un taller de reparación o un técnico móvil no podrán brindarle un mantenimiento adecuado al camión si no poseen la información correcta, como el peso, su capacidad de carga y demás.
Si tu camión supera una cierta cantidad de peso, debes detenerte en las estaciones de pesaje para una revisión.
El peso de un camión está expresado en clases, donde la primera será la más liviana y la novena, la más pesada. A su vez, estas están clasificadas dentro de las siguientes categorías:
En la categoría de camiones livianos se encuentran las clases 1, 2 y 3, siendo estas las que presentan un peso mucho más ligero. Suelen usarse para fines de servicios públicos y uso personal, ya que tienen estándares más bajos en cuanto al costo de combustible.
Para permanecer en esta clasificación, un vehículo debe tener suficiente espacio para 12 pasajeros o más. Los autobuses que transportan más de 12 personas se consideran livianos, por ejemplo. Además, los vehículos diseñados para uso fuera de la carretera o fuera de la calle también pueden ser clasificados aquí.
Los camiones medianos se relacionan estrechamente con las clases 4 y 5, las cuales tienen usos netamente comerciales. En ocasiones, la clase 6 también puede hacerse presente. Esta se centra netamente en camiones de un solo eje, así como en portaequipajes o autobuses escolares. Debido al peso y uso de los vehículos, el conductor necesita contar con una licencia de conducción comercial.
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Dentro de esta categoría se encuentran las clases 7 y 8, siendo estas las más pesadas. Los camiones grandes y otros vehículos comerciales también están dentro de esta clasificación.
Por ejemplo, en la primera clase, los camiones oscilan entre los 11793.86 y los 14968.55 kilogramos y, por lo general, tienen tres ejes o más. Los vehículos que transportan muebles y los semirremolques están en esta categoría.
La clase 8 se relaciona con camiones mucho más grandes, con un peso bruto de más de 14968.55 kilogramos. Generalmente, los vehículos que transportan carga pesada, como cemento y volquetes, se hacen presente aquí.
Se considera que no existe un límite en el peso bruto de un camión ubicado en la clase 8. No obstante, esto no es así. Este se establece usando una forma que determina la cantidad máxima apropiada para un vehículo comercial. Esto según el número de eje y el espacio que ocupa. Usando esta ecuación, es posible que cargas más largas y pesadas viajen con seguridad en las carreteras interestatales.
Para poder adquirir un camión, es necesario que conozcas su clasificación. Esto te permitirá contar con un mejor mantenimiento y sistema de conducción. Presta atención a estas características a futuro para que encuentres el vehículo que mejor se adapte a tus necesidades.
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