Los neumáticos de tu camión nuevo son una de las partes más importantes de tu vehículo. Se trata del único punto de contacto que tienes con la superficie de la carretera y no podrías desplazarte sin estos. Por lo tanto, debes intentar prolongar su vida útil, ya que una llanta reventada en el momento menos esperado puede ocasionar muchos retrasos.
¿Quieres ahorrarte problemas con las llantas? ¡No te preocupes! En el siguiente artículo te mostraremos cómo evitar terminar con los neumáticos reventados.

En líneas generales, tanto una presión de aire demasiado alta como una muy baja pueden llegar a ocasionar problemas de llantas. Sin embargo, es la presión baja lo que suele hacer que los neumáticos revienten con mayor frecuencia.
Cuando un neumático empieza a desinflarse, sus caras laterales empiezan a hacer contacto con el suelo. Aquello es problemático porque los lados de las llantas son mucho más delgados y se desgastan con mayor facilidad. De esa forma, se empezarán a formar puntos débiles y eventualmente tendrás problemas en las ruedas.
Algunas veces, la superficie de la carretera puede ser tan peligrosa como las personas que conducen sobre esta. Es recomendable evitar pasar sobre baches y bordillos, pero también sobre materiales como vidrio, metal o piedras. Si tus neumáticos ya se encuentran debilitados, cualquiera de aquellas superficies hará que se desinflen.
Es muy importante cambiar la posición de los neumáticos periódicamente. Si no lo haces, estos empezarán a desgastarse de forma dispar. Si expones las mismas áreas de tus ruedas a una fricción extrema cada vez que conduces tu camión, estas se desgastarán rápidamente, lo cual incrementa las posibilidades de que revienten.
Así, rápidamente empezarás a ver los cordones de acero en el interior de los neumáticos. Una vez que esto sucede, existe una posibilidad del 50% de que la llanta reviente en la carretera en el momento menos esperado.
Cada vehículo tiene un límite máximo en el peso que le es posible cargar. Si tu cargamento sobrepasa aquel límite, pondrás una presión excesiva en los neumáticos. Lo ideal es revisar el manual de usuario para conocer cuál es el peso máximo que tu camión puede llevar.
Esta quizá es una causa conocida, pero vale la pena mencionarla. A menudo, en las calles o carreteras, es común pasar sobre un clavo o una tuerca y no notarlo. Mientras el aire escapa por aquel diminuto orificio, el neumático empezará a desinflarse. Como consecuencia, pierdes presión, lo que desgasta los lados de la rueda y la hace propensa a reventar.

Como con todas las piezas de un auto, mientras más antiguas son, más propensas resultan a presentar fallos. Las llantas no son la excepción. Mientras más te desplazas con los mismos neumáticos, estos se debilitarán y se harán más delgados hasta que revientan.
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Las señales que indican un desgaste en los neumáticos son fáciles de notar, pero la mayoría de personas no suele inspeccionar las ruedas. Lo más recomendable es darles una revisión rápida cada vez que te acerques a llenar el tanque de combustible.
En ese momento, intenta girar el volante todo hacia la izquierda y examina el estado de la base de los neumáticos. Luego, revisa las dos llantas frontales para comprobar que se están gastando de forma pareja.
Si el desgaste en estos luce dispar o hay una rueda más deteriorada que el otro, podrías tener un posible problema en los neumáticos. Lo ideal es agendar una inspección y alineamiento de las llantas con un profesional.
Una de las mejores formas de evitar que uno de tus neumáticos revienten es rotarlos cada estación. De esta manera, logras que se desgasten de forma pareja y extiendes su periodo de vida útil algunos años. Si bien aquello requiere algo de esfuerzo, valdrá la pena a largo plazo ya que ahorrarás dinero en reemplazar una llanta y aumentarás tu seguridad en la carretera.
El manual de usuario de tu camión debe indicar el número exacto de PSI para tu vehículo en particular. También puedes revisar las llantas ya que algunos fabricantes ponen la presión de los neumáticos recomendada en la cara lateral de estos. Por lo general, 32 suele ser el valor más común en vehículos.
Si te mantienes al tanto de los factores que ocasionan problemas en las llantas y las medidas para evitarlos, sin duda tus neumáticos tendrán un mejor rendimiento y el desempeño de tu vehículo mejorará.
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